Fue ordenado sacerdote el 19 de diciembre de 1891 en la iglesia de San Juan de Letrán, en Roma. El papa León XIII lo designó obispo de Yucatán el 28 de julio de 1900. De carácter prudente y conciliador, impulsó la evangelización y el progreso en la diócesis de Yucatán. Estableció el Catecismo Circular para que la instrucción cristiana llegara hasta las más pequeñas poblaciones. Promovió la educación y construyó numerosas escuelas, gestionó que varios institutos religiosos dedicados a la educación se establecieran en poblaciones del Estado, así como también la Liga de Acción Social, la Juventud Católica y cuatro círculos de obreros, e inauguró el Colegio Seminario de San Ildefonso. Su profundo amor a la Virgen María se manifestó a lo largo de su vida y varias veces fue en peregrinación al Santuario de Nuestra Señora de Izamal. El papa San Pío X emitió la bula papal del 11 de noviembre de 1906 que erigió el Arzobispado de Yucatán, con lo que se conformó la nueva Provincia Eclesiástica con la diócesis de Campeche, Tabasco y Yucatán. El 14 de abril de 1907 se convirtió en el primer arzobispo de Yucatán.