Un contingente de 600 elementos de la Confederación Nacional Campesina, apoyado por 300 agentes de la policía estatal, desaloja a unos 500 henequeneros que se mantenían en plantón desde hacía varios días en la Plaza Grande de Mérida para insistir en sus demandas de que les entreguen una indemnización única en lugar de jubilación anticipada, así como para pedir cárcel contra los funcionarios “que nos engañaron para su beneficio personal”. En la operación participan policías armados con bastones, e inclusive bomberos, quienes detienen al líder de los campesinos inconformes, Severino Salazar Castellanos, y a otras 40 personas.