Diario de Yucatan

ANTES, DURANTE, Y DESPUÉS

SERVICIOS INTERRUMPIDOS

Escasea el agua potable, se interrumpe el suministro de energía eléctrica por varios días, numerosas actividades económicas se paralizan y muchos vecinos se quedan sin viviendas. En la costa, cientos de barcos y casas destruidos son apenas una parte de la herencia que deja el huracán.

COMO UNA ZONA DE GUERRA

Las grandes marejadas modifican el litoral y alteran el sistema ecológico. Se pierden salinas, caminos y muelles; en las ciénagas aparecen camarones y enfermedades. Localidades enteras, Chelem, por ejemplo, parecen zonas de guerra. El malecón de Progreso queda sólo como un recuerdo de temporada.

BARCOS DESTROZADOS

El sector naviero resiente grandes pérdidas por el destrozo y averías de las embarcaciones. En el puerto de Progreso, el barco mercante “Lady C”, de bandera jamaiquina, es sacudido y llevado hasta la playa. Finalmente queda varado cerca de Yucalpetén.

FONDO ECONÓMICO PARA LA RECONSTRUCCIÓN

Se integra un fondo de reconstrucción para ayudar a los damnificados, que logra reunir 102,066 millones de pesos, con aportaciones gubernamentales y de donativos. Las actividades se normalizan paulatinamente, pero el huracán deja su profunda huella entre los yucatecos.

1988

es-mx

2020-07-01T07:00:00.0000000Z

2020-07-01T07:00:00.0000000Z

https://www.dydigital.com.mx/article/287440693321344

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